No hay entorno más estimulante que el “aula al aire libre”. Esta aula está equipada con paredes expandibles que se extienden hasta donde las piernas del alumno quieran llevarlo, y un piso que varía de un lugar a otro, a veces rocas, o agua, a veces suelo de bosque. Su techo también es variado con formas de nubes siempre cambiantes, o una noche con una miríada de patrones de estrellas que esperan ser explorados. Ningún aula escolar tuvo los libros, mapas o gráficos para rivalizar con la viveza del mundo real.
Lord Chesterfield
Hay un cuerpo de investigación cada vez mayor que vincula el contacto con la naturaleza con una amplia gama de beneficios. Ya sea que se trate de su parque local, un árbol con sombra o un parche de césped, sacar a sus estudiantes al aire libre puede tener un impacto positivo en la salud, el aprendizaje y el desarrollo.
¡Aquí hay una lista de algunos de los beneficios de aprender al aire libre! Por favor, háganos saber si puede pensar en más.
1. Hace que el aprendizaje sea más relevante
Los niños son impulsados por la curiosidad y el mundo natural estimula esa curiosidad. El uso de la naturaleza como aula cambia el enfoque educativo de fuentes secundarias a primarias. Muchos educadores confían en videos, conferencias y libros de texto como herramientas de enseñanza. El aprendizaje aplicado a través de proyectos prácticos y experiencia de primera mano permite a los niños hacer conexiones y mantenerse comprometidos.
2. Reconoce y acomoda diferentes estilos de aprendizaje.
El hecho es que no todos aprendemos lo mismo. Algunos estudiantes pueden aprender mejor con imágenes, otros con palabras, algunos a través del contacto físico y otros en grupos, etc. Las aulas de hoy están muy basadas en texto y hacen que sea más difícil para otros tipos de estudiantes mantenerse comprometidos. Las aulas al aire libre permiten un enfoque experiencial que puede acomodar y fusionar otros tipos de estilos de aprendizaje.
3. Fomenta la imaginación y la creatividad
Aprender al aire libre nutre la creatividad de los estudiantes y apoya las habilidades de resolución de problemas de los niños. Fomenta un aprendizaje más práctico, activo y basado en la investigación en un entorno del mundo real. Ver criaturas salvajes, escuchar sonidos novedosos y tener nuevas experiencias ayuda a romper nuestras rutinas urbanas.
4. Aprender unos de otros
Somos criaturas profundamente sociales. Es muy importante que los jóvenes aprendan unos de otros mientras juegan juntos. Se ha demostrado que el tiempo que pasan al aire libre reduce los comportamientos desafiantes y ofrece amplias oportunidades para mejorar sus habilidades de cooperación y colaboración.
5. Mejora de la salud y el bienestar
Muchos países se ocupan de la obesidad infantil y otras enfermedades que afectan a los jóvenes debido a los estilos de vida sedentarios. El juego al aire libre fomenta la actividad física mientras se aprende. El tiempo al aire libre proporciona mayores sentimientos de alegría y felicidad y se sabe que reduce el estrés y la ansiedad. También ayuda a aliviar los síntomas de los trastornos por déficit de atención.
6. Mayor éxito académico y rendimiento
La evidencia muestra que las formas más activas de aprendizaje mejoran los resultados de las pruebas, mejoran la memoria y el enfoque. Explorar el mundo natural fomenta el uso del pensamiento sistémico y ayuda a los estudiantes a comprender la interconexión de todas las cosas.
7. Tómate un descanso de las pantallas
Los jóvenes pasan cada vez más tiempo en pantallas digitales a través de tabletas, teléfonos y televisión. Demasiada exposición a pantallas y falta de actividad física puede conducir a la obesidad, problemas psicológicos y sofocar el progreso académico.
8. Crea administradores ambientales
No puedes proteger algo que no conoces. La exposición a la naturaleza ayuda a desarrollar un interés en el medio ambiente y construye un sentido de asombro por toda la belleza de la vida. Usar la naturaleza como aula ayuda a los niños a aprender a comprender y respetar la interdependencia de los animales, las plantas, los humanos y los ciclos de vida.
9. Va más allá del aprendizaje
El tiempo que pasamos en el mundo natural involucra nuestro sentido del tacto, el oído, el gusto, el olfato y la vista. Hemos evolucionado en el mundo natural y tenemos una necesidad profundamente arraigada de conectarnos con la naturaleza. No estamos separados de la naturaleza, somos naturaleza. ¡La misma fuerza que hace crecer los árboles, hace latir nuestro corazón!
10. ¡Es DIVERTIDO!
La educación ocupa mucho de nuestro tiempo mientras crecemos. Jugar mientras aprenden juntos es muy divertido. Los niños tienen un deseo natural de jugar afuera y llevar el aula al aire libre puede ayudar a difuminar las líneas entre el aprendizaje académico y el juego creativo. Sí, el aprendizaje puede ser divertido y fomentar aprendices activos y comprometidos de por vida.
Las aulas son una innovación reciente. Aprendemos mejor unos de otros y del mundo que nos rodea, haciendo del entorno natural el recurso más poderoso del mundo para el aprendizaje.
Por el bien de nuestra especie y el desarrollo positivo de nuestra juventud. Queremos que nuestros hijos entiendan el mundo natural, el medio ambiente, las criaturas que lo habitan y los sistemas que lo hacen funcionar. Por lo tanto, debemos aprovechar todas las oportunidades de aprendizaje que nos rodean, especialmente el aula al aire libre. ¡El mundo natural nos sostiene y también puede enseñarnos!